AMLO reunión con estudiantes en Tlatelolco #EstudiantesConAMLO

lunes, 30 de noviembre de 2009

Audios: Cometarios del Presidente Legítimo de México antes y después del evento en Chetumal



Antes



Después




Fuente: Gobierno Legítimo
Difusión AMLOTV

Califica AMLO como demagogia y mentira la declaración de Calderón sobre que “el país no se le fue de las manos”



Califica AMLO como demagogia y mentira la declaración de Calderón sobre que “el país no se le fue de las manos”
Chetumal, Quintana Roo
Lunes 30 de noviembre de 2009


* Todo mundo sabe que Calderón fue impuesto y además de ser presidente espurio es un reverendo inepto, expresa
* Los jefes de Calderón responsables de la crisis económica que padece México, afirma López Obrador
* Encabeza reuniones de evaluación regionales de los Comités Municipales del Gobierno Legítimo en Quintana Roo
* Aclara que el principal problema de México y de Quintana Roo es el predominio de una mafia del poder

El presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó como una demagogia y una mentira la declaración de ayer del presidente pelele, Felipe Calderón, sobre que “el país no se le fue de las manos”.
Al conceder una entrevista al término de la reunión con los integrantes de los comités municipales en Chetumal, indicó que Calderón incumplió sus promesas de campaña: porque dijo que no iban aumentar los combustibles y lo primero que hizo fue aumentar los precios de las gasolinas y la energía eléctrica.
Recordó que Felipe Calderón dijo que no iban a aumentar los impuestos y los aumentó, junto con los priistas: Peña Nieto y Salinas de Gortari.
Además, continuó, el presidente usurpador expresó que iba a ser el presidente del empleo y actualmente hay 3 millones de personas que en los últimos tiempos han perdido su trabajo.
Pidió a los reporteros a no perder del tiempo hablando de los tres años del mal gobierno de Felipe Calderón.
Al pedir su opinión los medios de comunicación sobre si el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto es el rival al vencer, López Obrador declaró que Peña Nieto es el candidato de la mafia del poder.
En otro tema, el presidente legítimo de los mexicanos expresó que los jefes de Calderón, quienes se creen amos y señores de México, son los responsables de que México padezca una debacle económica, desempleo, pobreza y carestía de la vida.
Al pedir los medios de comunicación su sentir de cómo observa la situación del país a tres años de gobierno de Felipe Calderón, expresó “sin comentarios”, porque todo mundo sabe que Calderón fue impuesto y que además de ser un presidente espurio es un reverendo inepto.
“La mafia del poder y del dinero llegó a la conclusión de hacer a un lado a Calderón, de pelele lo convirtieron en chivo expiatorio”, manifestó al mencionar que los potentados “comenzaron con la operación de recambio para impulsar el regreso del PRI corrupto”, que encabezará Peña Nieto.
A tres años de usurpar la Presidencia de la República, subrayó, Felipe Calderón ya es criticado por los conductores de radio y televisión, “lo que no hacían antes, pero desde luego no cuestionan a la mafia del poder que es la verdadera responsable de la tragedia nacional”.
En otro orden de ideas, López Obrador aclaró que el principal problema de México y de Quintana Roo es el predominio de una mafia del poder, de un grupo de ambiciosos, que han llevado a la ruina al estado y al país.
Específicamente, indicó, “el problema de los habitantes de Quintana Roo son los malos gobiernos representados por el PRI y el PAN”.
En este día, el presidente legítimo de México sostuvo reuniones regionales de evaluación con los integrantes Comités Municipales del Gobierno Legítimo en Quintana Roo.
Detalló que las reuniones regionales son para organizar a hombres y mujeres que integran los Comités Municipales para transformar a México, “porque hemos llegado a la conclusión de que si no hay un verdadero cambio las cosas no van a mejorar en México”.

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Fuente: Gobierno Legítimo
Difusión AMLOTV

domingo, 29 de noviembre de 2009

Comunicado de la Coordinación Nacional

Comunicado de la Coordinación Nacional

Estimados amigos y amigas:

Les enviamos un cordial saludo y varias noticias.

♦ Sobre una reunión con nuestro Presidente Legítimo.
♦ El llamado del Movimiento a no dejar solos al SME y apoyar con guardias el Campamento de Mujeres del SME en Huelga de Hambre
♦10 Puntos para Transformar a México

Y anexo el link a un artículo del Mtro. Arnaldo Córdova “El Movimiento Cívico y la Lucha Electoral”

http://www.jornada.unam.mx/2009/11/29/index.php?section=opinion&article=020a1pol


“Lo más importante es la organización”

El viernes 27 de Noviembre se realizó una reunión de los Coordinadores de Brigadas y Casas del Movimiento con nuestro Presidente Legítimo para hacer un balance de la situación.

Se recalcó que la Asamblea por los tres años del Gobierno Legítimo fue muy importante por la participación de miles y miles de ciudadanos y ciudadanas que llenaron el Zócalo de esperanza, y demostraron que aun, con toda la campaña sucia contra el Presidente Legítimo y el Movimiento no pudieron destruirnos.

Es por eso que es necesario replantear el inicio de esta nueva etapa por la transformación del país cuya tarea principal está en la organización y concientización de la gente, en la formación de nuevos cuadros que luchen de verdad por los derechos de nuestro pueblo.

El balance de estos años es positivo y ha sido muy importante la gira que ha realizado nuestro Presidente Legítimo por todos los municipios del país y el trabajo que se ha realizado con la formación de los Comités municipales del Gobierno Legítimo, la construcción de la Casas del Movimiento y las Brigadas en defensa del petróleo y la economía popular.

Esto no hubiera sido posible sin la participación de la gente y sin el trabajo de muchos y muchas ciudadanas que diariamente nos dan ejemplos de resistencia. Es por eso que no debe perderse el objetivo fundamental de nuestra lucha.

Citando a nuestro Presidente Legítimo:

“lo más importante es la organización, faltan cuadros que trabajen sinceramente por el pueblo, lo que afecta y dificulta el trabajo organizativo es la falta de mística” lo que significa que le motivación principal de este movimiento no está en los puestos electorales sino, en la verdadera transformación del país.

Aceptemos el reto de transformar a México.

Sobre el Apoyo al SME

Nuestro Presidente Legítimo reiteró el apoyo al SME y nuestra convicción de no dejarlos solos en estos momentos en que el Gobierno Prepara un golpe más para cercar a los trabajadores.

La Comisión de Enlace con el SME convoca a todos los brigadistas y Casas del Movimiento a continuar y acrecentar las acciones de acopio de víveres parta el SME.

Se convoca a realizar guardias en el Campamento de las Mujeres del SME en Huelga de Hambre que está ubicado afuera de las oficinas de CFE en Insurgentes y Reforma, de preferencia por las noches.

Se está organizando un calendario de guardias que realizarán las Brigadas y las Casas del Movimiento.

De manera particular, hay las siguientes actividades:

a) Jueves 3 de Diciembre: Las Brigadas 21 (Círculos de Estudio y Universitarios) y 8 de la Resistencia Civil Pacífica están convocando a hacer una guardia nocturna desde las 19 hrs. El Círculo de estudios que cada jueves se realiza en el Club de Periodistas sesionará este día en el Campamento de las Mujeres del SME. Nos acompañará el caricaturista de la Jornada Rafael Barajas “El Fisgón”.
b) Viernes 4 de Diciembre: Las Casas del Movimiento del DF anuncian una guardia nocturna.

El calendario completo se estará enviando en el transcurso de la semana.

10 PUNTOS PARA TRANSFORMAR A MÉXICO

Amigas y amigos:

Pensando en la transformación del país y con miras al 2012, debemos elaborar a la luz de los recientes acontecimientos nacionales e internacionales, el nuevo Proyecto Alternativo de Nación. Esta tarea será coordinada por la Comisión que se creó con ese propósito, integrada por Ignacio Marván, Luciano Concheiro, Rogelio Ramírez de la O, Héctor Díaz Polanco, José María Pérez Gay, Víctor Manuel Toledo y Bolívar Echeverría. La idea es que después de una amplia consulta de análisis y reflexión, se tenga un documento definitivo a más tardar en junio del 2010.

Aunque estoy conciente de que son muchos los temas que se tendrán que abordar, considero que hay diez postulados básicos:

1. Rescatar al Estado y ponerlo al servicio del pueblo y de la nación. Reitero mi convicción esencial: El Estado se encuentra secuestrado por una minoría y ésta es la causa principal del desastre nacional. En nuestro país existe una República aparente, simulada, falsa. Hay poderes constitucionales pero, en los hechos, un grupo ha confiscado todos los poderes. Por eso, lo primero debe ser recuperar democráticamente al Estado y una vez logrado este propósito, reintegrar las riquezas y los bienes públicos que han sido entregados o concesionados ilegalmente, a través de reglamentos o leyes secundarias que en ningún caso pueden estar por encima del principio constitucional que señala el dominio directo de la nación sobre los recursos naturales del país. Este procedimiento debe aplicarse fundamentalmente en los casos de la minería, la industria eléctrica y el petróleo.

2. Democratizar los medios masivos de comunicación. Es inaceptable que un pequeño grupo posea el control de la televisión y de la radio, y administren la ignorancia en el país en función de sus intereses. Que quede claro: no hablamos de expropiación, sino de que el Estado cumpla el mandato constitucional de garantizar el derecho a la información. Para ello no hace falta eliminar el régimen de concesiones, ni crear una excesiva reglamentación y muchos menos optar por la censura, lo más eficaz es lograr la democratización de los medios, evitando el monopolio y auspiciando la libre competencia. Para ser más claros: Que hayan todos los canales de televisión o estaciones de radio que sean técnicamente posibles, con absoluta libertad, sólo impidiendo que se concentren en unas cuantas manos como sucede actualmente.

3. Crear una nueva economía. Hay que cambiar la actual política económica que ni en términos cuantitativos ha dado resultados. México es uno de los países del mundo con menos crecimiento en los últimos años. La nueva política económica debe ser conducida por el Estado. Debe impedirse la injerencia de gobiernos extranjeros y de organismos financieros internacionales. El Estado debe recuperar su facultad para planear el desarrollo de acuerdo con el interés nacional. Hay que hacer a un lado la especulación financiera y enfocar todos nuestros esfuerzos a la economía real, a trabajar y producir los bienes que necesitamos. Sin producción no hay empleos, industrias, consumo, mercado, bienestar colectivo, ni economía poderosa, ni nación soberana.

4. Combatir las prácticas monopólicas. El artículo 28 de la Constitución prohíbe los monopolios y el Estado debe garantizar que esta norma se cumpla porque hoy es letra muerta. En México hay grandes monopolios vinculados al poder que encarecen bienes y servicios, dañando la economía de sectores populares y de las clases medias, a pequeños y medianos productores, empresarios y comerciantes, que se ven obligados a comprar insumos a precios exagerados.


Es inaceptable, por ejemplo, que los mexicanos paguemos por el cemento gris 146 por ciento más que los estadunidenses; 17 por ciento más por teléfono de línea fija; 240 por ciento más por llamadas de larga distancia nacional; 256 por ciento más por electricidad residencial de alto consumo; 52 por ciento más por electricidad de alta tensión; 185 por ciento más por la tarjeta de crédito; 309 por ciento más por televisión por cable; 145 por ciento más por Internet de banda ancha; 176 por ciento más por crédito a la vivienda. Y todo ello, a pesar de que el salario mínimo en México es nueve veces menor que en estados Unidos.

En este país pobre se paga más que en las naciones ricas y con peores condiciones de servicio. No podemos permitir que esto siga ocurriendo.

Insistimos en que mientras no evitemos los precios exagerados por empresas que operan en nichos protegidos, México no podrá competir con otros países ni habrá nuevos empleos y, a la larga, tampoco habrá oportunidades para las nuevas generaciones.

Aquí recuerdo que en noviembre del año pasado propusimos al Senado la aprobación de una ley de precios competitivos con la cuál los consumidores lograrían ahorros entre el 10 y el 18 por ciento de sus ingresos. Sin embargo, este proyecto está detenido porque los legisladores del PRI y del PAN no son realmente representantes populares sino que están al servicio de los potentados.

5. Abolir los privilegios fiscales. En los últimos días, se confirmó lo que hemos venido sosteniendo: desde la época de Luis Echeverría se celebró un pacto secreto entre el poder político y el poder económico que se ha ampliado y ratificado sexenio tras sexenio. El acuerdo consiste en conceder a los grandes empresarios y banqueros, el privilegio de no pagar o de devolverles los impuestos. Inclusive, hace unos días Calderón tuvo que reconocerlo cuando dijo que “las empresas que más ganan, rara vez, muy rara vez, pagan impuestos”.

Pero no basta con la denuncia. Es necesario aprobar una reforma fiscal progresiva. Es decir, que paguen más los que tienen más.

En México, a la inmensa desigualdad social y económica, tenemos que sumarle la injusticia fiscal, ya que la mayor parte de las contribuciones recaen en los trabajadores asalariados, los profesionistas, los pequeños y medianos empresarios y comerciantes.

Debe buscarse que, al menos, las grandes corporaciones que operan en México y los más ricos del país, paguen impuestos en la misma proporción que lo hacen sus similares en países desarrollados o de las llamadas economías emergentes.

6. Ejercer la política como imperativo ético y llevar a la práctica la austeridad republicana. Es necesario cambiar la forma de hacer política. Este noble oficio se ha pervertido por completo. Hoy la política es sinónimo de engaño, arreglos cupulares y corrupción. Por eso es urgente darle un nuevo sentido al quehacer político, imprimiéndole convicciones y principios. Quienes se dediquen a esta actividad deben entender que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud, cuando se pone al servicio de los demás.

También hay que hacer valer el principio de austeridad republicana; retomar el ejemplo de Juárez y los liberales: el apego al criterio de la justa medianía en que deben vivir los servidores públicos. Nada de sueldos onerosos y ofensivos, ni flotillas de aviones y helicópteros al servicio de la llamada clase gobernante. Debe revisarse todo el funcionamiento del gobierno para eliminar los gastos improductivos, el derroche y los privilegios. Actualmente, le cuesta mucho al pueblo mantener al gobierno.

7. Fortalecer al sector energético. Es urgente detener la terrible crisis que se avecina por la caída en la producción petrolera y la salida de divisas para comprar gasolinas y otros derivados en el extranjero.

El manejo de Pemex, como hemos venido insistiendo, se ha caracterizado por el vandalismo y la irracionalidad. Hay que limpiar a Pemex de corrupción. No es posible que se sigan otorgando contratos millonarios sólo en beneficio de empresas extranjeras y de políticos corruptos. Tal es el caso de proyectos como los de la Cuenca de Burgos o de Chicontepec, donde no se ha logrado producir más gas ni más petróleo, pero sí se ha causado un gran daño al patrimonio nacional.

Por otro lado, se continúa con la sobreexplotación de los yacimientos para exportar petróleo crudo, sin reponer reservas.

Por esta causa, de 2004 a la fecha, se han dejado de producir 774 mil barriles diarios. Es decir, ahora producimos 2 millones 600 mil barriles al día y de seguir esta tendencia, en cuatro años apenas se estarán extrayendo 2 millones de barriles, que sólo alcanzarían para cubrir la demanda interna; con el agravante de que por la falta de refinerías y por el abandono a las plantas petroquímicas, seguiríamos vendiendo crudo y dependiendo por completo de la importación de gasolinas y otros petrolíferos.

Por eso, debemos insistir en modificar radicalmente la actual política petrolera. Es urgente recuperar la administración de Pemex, invertir en exploración e iniciar de inmediato la construcción de tres grandes refinerías para dejar de importar el 40 por ciento de las gasolinas que consumimos. El objetivo principal debe ser industrializar la materia prima y ya no vender ni un solo barril de petróleo crudo al extranjero, para generar empleos y utilidades en beneficio de los mexicanos.

8. Alcanzar la soberanía alimentaria. Desde 1983 se dejó sin apoyo al sector agropecuario y se optó absurdamente por comprar los alimentos que consumimos en el exterior. Ahora, en consecuencia, hay tierras ociosas, potreros abandonados, se ha despoblado el medio rural y millones de mexicanos han tenido que emigrar.

Este año para la compra de alimentos en el extranjero, se destinarán 16 mil millones de dólares. La mayor parte es maíz, frijol, arroz, leche, carne de res, de cerdo y desechos de pollo, que podríamos producir en el país.

Asimismo, debe fortalecerse la agricultura de autoconsumo de la que dependen millones de indígenas y campesinos pobres. Además, es donde se conservan semillas orgánicas y variedades de maíz que forman parte de la gran riqueza genética de México. No al maíz transgénico.

9. Establecer el Estado de bienestar. Hay que proteger a los pobres, a los débiles y olvidados ante la desigualdad social, la incertidumbre económica y otras calamidades. Debe garantizarse el derecho a la educación, al trabajo, a la salud, a la alimentación y a la vivienda.

Es necesario seguir insistiendo hasta lograr la pensión universal para los adultos mayores del país; el otorgamiento de becas a todos los discapacitados pobres; y la atención médica y los medicamentos gratuitos para la mitad de los mexicanos que no cuentan con seguridad social.

La solidaridad con los desposeídos no sólo es un asunto de justicia, es la manera más eficaz, más humana y más barata para garantizar la tranquilidad y la seguridad pública. Por eso reiteramos que por el bien de todos, primero los pobres.

10. Promover una nueva corriente de pensamiento. La transformación que necesita el país no sólo debe tener como propósito alcanzar el crecimiento económico, la democracia, el desarrollo y el bienestar. Implica también y sobre todo, cristalizar una nueva corriente de pensamiento sustentada en la cultura de nuestro pueblo, en su vocación de trabajo y en su inmensa bondad; añadiendo valores como el de la tolerancia, la solidaridad, el respeto a la diversidad y la protección del medio ambiente. Hay que alentar un pensamiento que ayude a impedir el predominio del dinero, del engaño, de la corrupción y del afán de lucro, sobre la dignidad, la verdad, la moral y el amor al prójimo.

Amigas y amigos:

Es mucho el atraso y el deterioro de la vida pública del país. Pero así como estoy convencido de que si no hay una renovación tajante y se mantiene el mismo régimen de opresión, corrupción y privilegios, no vamos a poder revertir la decadencia, también creo que todavía es posible lograr el renacimiento de México.

Pero esto depende en mucho de todos nosotros. Por eso, hoy debemos ratificar nuestro compromiso de seguir luchando hasta lograr la transformación del país.

¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros? Yo creo que lo más importante es seguir orientando, haciendo conciencia y organizando al pueblo. Que cada quien haga lo que le corresponda y tome la iniciativa. Es el momento de aplicarnos a fondo, de hacer trabajo de convencimiento con vecinos, amigos, familiares y compañeras y compañeros de trabajo. Hay que organizar comités en barrios, colonias, unidades habitacionales y pueblos. Hay que persuadir y hablar con la verdad, decir con toda franqueza que si no hay un cambio verdadero no saldremos adelante.

Hay que insistir que sólo el pueblo organizado puede salvar al pueblo y a la nación, y comprometernos a sumar esfuerzos para derrotar a la oligarquía en el terreno político, de manera pacífica, para establecer una auténtica democracia, porque sólo así se podrán distribuir con justicia los frutos del trabajo y de las riquezas del país. Sólo así alcanzaremos el gran objetivo de garantizar el bienestar y la felicidad del pueblo.

ATENTAMENTE

Manuel Otero
COORDINACIÓN NACIONAL DEL MOVIMIENTO EN DEFENSA DE LA ECONOMIA POPULAR, EL PETRÓLEO Y LA SOBERANÍA

El movimiento cívico y la lucha electoral

Reproducimos esta nota muy interesante del Mtro. Arnaldo Córdova

El movimiento cívico y la lucha electoral
Arnaldo Córdova

Hay algo característico de los cenáculos de la izquierda que consiste en contraponer por sistema, incluso cuando no viene al caso, la lucha social por las reivindicaciones de las clases populares y su bienestar con la lucha electoral. La expresión electorero” es, en el pensamiento de quienes practican ese vicio, sencillamente repugnante. Suena a corrupto, a sucio, a transa, a mercadeo, a entreguismo. El principio rector de ese peculiar modo de pensar es siempre la desconfianza en la política y, sobre todo, en los partidos y su “negocio”, que son las elecciones.

Eso que Jean-Paul Sartre llamó el imaginario y que no es otra cosa que el horizonte en el cual pensamos y nos proponemos algo, para la izquierda está poblado de fantasmas y de dogmas que le impiden pensar y proponer, sobre todo, esto último. Por lo menos, nunca se dice claramente. Si a alguien se le aclara: “tú lo que propones es la lucha armada”, de inmediato hay una negativa llena de azoro y hasta de cierta vergüenza y sólo se responde que lo único que sería deseable es que se actuara con mayor fuerza, con mayor dureza. Qué podrá ser eso es algo que jamás se sabrá.

Cuando pensamos la cuestión en el movimiento lopezobradorista, si se plantea sin enmarcarla en la reflexión, tratando de ver ante todo de qué clase de movimiento se trata, la confusión hace de inmediato su reino y las ideas y los sentimientos se disparan en los sentidos más inimaginables. El movimiento cívico, ¿un movimiento “electorero”? Eso parece oler a cloaca o a algo peor. Pero sucede que este movimiento enseñó su entraña desde el momento mismo en que nació, con el desafuero. Era y siempre ha sido un movimiento político, que nació para contender por el poder. ¿Por qué contender por el poder? Porque es un movimiento que lucha por la nación mexicana y por su pueblo, por sus trabajadores, por un Estado que se apegue a la ley, un auténtico Estado de derecho, por el desarrollo de México como nación libre y soberana.

Ese era el programa que López Obrador como aspirante a la Presidencia de la República presentó ya desde aquellos tiempos a la ciudadanía. A ese movimiento, que involucró a los partidos de izquierda sin excepciones y a una gran parte de la sociedad, le negaron el triunfo en las elecciones de 2006 mediante el fraude y el poder del dinero. Ese movimiento siguió, porque no se resignó a la derrota, y no fue sólo cosa de su líder, sino de todos los millones de sus seguidores. Y ahí ha permanecido, resistiendo todos los embates del poder combinado de la derecha y de los dueños del dinero. Su enseña fue siempre la misma, defender al México del pueblo y luchar porque la ambición de los poderosos no acabara destruyéndolo.

Se hizo patente también que seguía porque se iba a volver a luchar por el poder. ¿Cómo se puede luchar por el poder? Sólo hay unas cuantas vías y yo diría que sólo dos: una, la lucha armada; otra, la vía institucional, vale decir, la lucha electoral. Nadie en el movimiento pensó jamás en la lucha armada, si bien siempre se ha discutido el alcance de las iniciativas pacíficas: pacíficas, ¿hasta dónde? A veces a algunos les parece que ocupar un lugar público e incluso una oficina pública deja de ser pacífico. Eso siempre se puede discutir; pero la lucha pacífica e institucional quiere decir, sin rodeos, que no se usará de la violencia. En eso el movimiento y su líder han sido extremadamente coherentes.
¿De qué serviría un movimiento cívico que no luchara por el poder sino sólo por algunas cuantas demandas que no tuvieran nada que ver con el ejercicio del poder? Yo pienso que ni siquiera sería un movimiento cívico. Un movimiento cívico es un movimiento de ciudadanos, vale decir, de aquellos miembros de la sociedad que están dotados, constitucional y legalmente, del poder de decidir cómo debe ser el Estado, cómo su orden jurídico y, también, de elegir a quienes deben gobernar a la sociedad desde los puesto públicos. Este movimiento cívico quiere gobernar a la sociedad a través del poder del Estado porque encarna los sentimientos de todos aquellos que piensan que el de ahora es un pésimo gobierno.

El pasado sábado 21, Andrés Manuel López Obrador declaró que está listo para ser nuevamente el candidato de este movimiento, pero que ello dependerá de si es el que esté mejor posicionado entre todos los prospectos que puedan aspirar a ello en el mismo movimiento. No es sólo una aspiración suya sino también de una inmensa mayoría de quienes militan en ese movimiento. ¿Movimiento electorero? Para nada. El emblema y nombre del mismo lo indican claramente: no se puede defender la economía popular, el petróleo ni la soberanía nacional fuera del poder. Para eso se necesita el poder. Que los líderes tengan sus ambiciones personales es harto natural. Sólo hay que saber de qué tipo de ambiciones se trata.

Muchos deben pensar que el camino, más bien, debería consistir en ocupar carreteras y oficinas públicas o paralizar ciudades o, también, proclamar huelgas generales que dejen sin movimiento a la economía, sosteniendo al mismo tiempo que luchar en las justas electorales es perder el tiempo porque nunca nos dejarán ganar. Hay un modo de garantizar que nunca nos dejen ganar y es no hacer nada en ese campo y dejar a los adversarios que hagan por su cuenta las elecciones. Los panistas y los priístas estarían felices de ello. Un antiguo adagio reza que las luchas finales, con todo y por todo, son siempre la aspiración de aquellos que están perdidos de antemano y no encuentran otro modo de olvidar que son débiles frente a sus enemigos.

La lucha de este movimiento, siempre se ha aclarado, es una larga marcha en la que hay que armarse de mucha paciencia, de un deseo permanente de luchar y de una gran fe en la victoria. Cuando uno escucha a algunos de sus participantes siente que esos elementos faltan y que el desaliento se apodera de ellos. “Ya estamos hartos de concentraciones que no nos llevan a nada”, he escuchado. Pero esas mismas concentraciones tienen algo que se está volviendo un símbolo: siempre llenan el Zócalo y sus calles aledañas y en ellas el entusiasmo del encuentro con los demás se vuelve cada vez más fuerte y, lo más importante, cada vez más consciente. Estamos aprendiendo a luchar pacíficamente y con poder de convicción; estamos aprendiendo a usar la legalidad; el líder recorre el país porque le gusta, por supuesto (y hasta desearía hacerlo a pie), pero también para hacer presente ese movimiento hasta en los lugares más recónditos de nuestra geografía. Sólo falta mantener la confianza en el movimiento mismo y en sus objetivos de lucha.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Fotos: AMLO - Zócalo - 22 Noviembre 09
















Fuente: Gobierno Legítimo
Difusión AMLOTV

Con miras al 2012, un nuevo Proyecto Alternativo de Nación: AMLO





Con miras al 2012, un nuevo Proyecto Alternativo de Nación: AMLO
México, Distrito Federal
Domingo 22 de noviembre de 2009



* Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, a tres años de la constitución del Gobierno Legítimo de México, en el Zócalo de la Ciudad de México

Amigas y amigos:

Hoy nos congregamos dirigentes, representantes y simpatizantes del Gobierno Legítimo de toda la República, con el propósito de conmemorar tres años de resistencia y trabajo para salvar a México.

Durante este tiempo, juntos, en un ejercicio permanente de diálogo circular, hemos venido conociendo mejor la realidad del país; sabemos que desde el gobierno de Salinas, al amparo del poder público, se empezó a conformar la actual oligarquía, integrada por traficantes de influencias y políticos corruptos que, no sólo se han hecho inmensamente ricos sino que mantienen secuestradas a las instituciones constitucionales.

Ahora tenemos la certeza de que la transición democrática pregonada por la derecha en el 2000 sólo fue una mascarada. Una simple operación de recambio entre los dos partidos de la oligarquía para mantener la misma política de pillaje y continuar con las llamadas reformas estructurales que en esencia significan, el traslado de bienes del pueblo y de la nación a particulares, nacionales y extranjeros.

También ahora entendemos con mayor claridad que el fraude de 2006 se orquestó para cerrarnos el paso y evitar un verdadero cambio. La mafia del poder se sintió amenazada y no dudó en echar abajo lo poco que se había construido para establecer la democracia en México.

Como es obvio, luego de la imposición continuaron con la misma política de despojo y han precipitado la descomposición social, llevando al país a una de las peores crisis de su historia.

Y, a pesar de todo el daño que han causado, no están dispuestos a modificar en nada sus actitudes. Por el contrario, insisten en mantener su política de saqueo aunque terminen de arruinar al país y de desgraciarnos a todos.

Qué mejor prueba de esta prepotencia que la aprobación de los aumentos de impuestos para repartirse lo obtenido como si fuese un botín. O la decisión de despedir a 44 mil trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas con el propósito de seguir privatizando la industria eléctrica.

En fin, hemos llegado a la conclusión de que hay una mafia en el poder, insaciable, enferma de codicia, dispuesta a imponerse a costa del sufrimiento del pueblo y a conspirar contra la paz pública y la estabilidad social. Y muchos coincidimos que éste es el principal problema de México.

Se trata de intereses muy poderosos y no debemos confiarnos. Son siniestros pero no son tontos, tienen estrategias y mantienen a su servicio a una caterva de analistas e intelectuales de derecha.

Por ejemplo, ya decidieron que el PAN no les funciona y lo han dejado de patrocinar. Con la mano en la cintura, han convertido a Calderón de pelele en chivo expiatorio. Ahora toda su apuesta es al PRI y a Peña Nieto, porque suponen que con esta nueva operación de recambio, van a volver a engañar al pueblo para mantener y acrecentar sus privilegios.

Es evidente que Salinas actúa como de jefe de campaña de Peña Nieto y que Televisa lo ha venido proyectando como se introduce al mercado un producto chatarra o como actor de telenovela. Es claro pues que Peña Nieto ya es el candidato de la mafia del poder en México.

Y como ellos mismos saben, es este movimiento lo único que les hace frente y puede detenerlos. A eso se debe que no han parado de atacarnos. No hay un sólo día en que sus voceros en los medios de comunicación no hablen en contra nuestra. No sólo es el bloqueo informativo o que repitan, una y mil veces, que ya no representamos nada. Es la guerra sucia, la calumnia, las campañas de desprestigio, las vulgaridades, o de plano, el decir que estamos locos.

Sin embargo, es un timbre de orgullo que a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. Y no sólo porque aquí estamos, sino fundamentalmente porque las mujeres y hombres de este movimiento, tenemos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria.

Lo que somos y representamos, se ha logrado con autoridad moral, imaginación, firmeza, con acciones de resistencia en defensa del pueblo y de la nación, con el trabajo organizado de muchos hombres y mujeres libres y concientes.

En estos tres años, nuestro movimiento no ha dejado de luchar a favor de los pobres, de los indígenas, de los campesinos, de los trabajadores, de los ancianos, de los discapacitados, de las madres solteras, de los jóvenes, de los derechos humanos, de la economía popular, de la educación pública, de los recursos naturales, del petróleo y de la industria eléctrica nacional. Y siempre, de manera abierta y en forma sincera, nos hemos definido contra las injusticias, la corrupción, los privilegios, los fraudes electorales y otras infamias.

Para mantener encendida la llama de la esperanza y recoger los sentimientos de la gente, en enero de 2007 inicié una gira por todos los municipios del país. En marzo de este año concluí el recorrido por los 2,038 municipios de régimen de partido. Y apenas antier terminé de visitar los 418 municipios indígenas, de usos y costumbres, del estado de Oaxaca. Hemos cumplido el compromiso de celebrar asambleas informativas en los 2,456 municipios de México.

También como resultado de este peregrinar y del trabajo de ustedes y de otros integrantes de nuestro movimiento, ya contamos con 2 millones 300 mil representantes del gobierno legítimo y tenemos comités municipales en todas las regiones del territorio nacional.

Ahora bien, amigas y amigos, seguramente ustedes se preguntarán ¿Qué es lo que sigue? En primer término, considero que debemos mantener invariable nuestro compromiso de defender al pueblo y a la nación.

Es necesario seguir luchando para frenar el deterioro de la economía popular. Sobre todo ahora que, desgraciadamente, se agravará la situación económica y social de millones de mexicanos como resultado de los aumentos de los impuestos, de las gasolinas, el diesel, el gas y la luz, así como por la caída de las remesas que constituyen una importante fuente de ingresos para las familias más pobres del país. En esta labor deben continuar trabajando las casas del movimiento.

Y no debemos dejar solos a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas. Su causa es justa y es de todos. Estemos atentos y ayudemos en lo que se requiera: Con nuestra solidaridad política, participando en sus acciones de resistencia civil pacífica y cooperando con víveres y recursos en la medida de nuestras posibilidades.
De la misma manera, tenemos que seguir exigiendo la libertad de los luchadores sociales presos de Atenco, Oaxaca y de todo el país. Continuar brindando nuestro apoyo a la lucha contra la destrucción del Cerro de San Pedro en San Luis Potosí que lleva a cabo la minera canadiense San Xavier con la complicidad de autoridades locales y federales. Aquí aprovecho para denunciar que en varias regiones del país se repite la misma historia, como ocurre en San José del Progreso, Oaxaca. De igual forma, siempre nos manifestaremos en contra del basurero tóxico en Zimapán, Hidalgo y de la construcción de la presa El Zapotillo que inundará a los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo en Jalisco. Además, debemos insistir en que se devuelvan los ahorros de los ex braceros, ancianos de todo el país que han sido tratados sin piedad.

Amigas y amigos:

Pensando en la transformación del país y con miras al 2012, debemos elaborar a la luz de los recientes acontecimientos nacionales e internacionales, el nuevo Proyecto Alternativo de Nación. Esta tarea será coordinada por la Comisión que se creó con ese propósito, integrada por Ignacio Marván, Luciano Concheiro, Rogelio Ramírez de la O, Héctor Díaz Polanco, José María Pérez Gay, Víctor Manuel Toledo y Bolívar Echeverría. La idea es que después de una amplia consulta de análisis y reflexión, se tenga un documento definitivo a más tardar en junio del 2010.


Aunque estoy conciente de que son muchos los temas que se tendrán que abordar, considero que hay diez postulados básicos:

1. Rescatar al Estado y ponerlo al servicio del pueblo y de la nación. Reitero mi convicción esencial: El Estado se encuentra secuestrado por una minoría y ésta es la causa principal del desastre nacional. En nuestro país existe una República aparente, simulada, falsa. Hay poderes constitucionales pero, en los hechos, un grupo ha confiscado todos los poderes. Por eso, lo primero debe ser recuperar democráticamente al Estado y una vez logrado este propósito, reintegrar las riquezas y los bienes públicos que han sido entregados o concesionados ilegalmente, a través de reglamentos o leyes secundarias que en ningún caso pueden estar por encima del principio constitucional que señala el dominio directo de la nación sobre los recursos naturales del país. Este procedimiento debe aplicarse fundamentalmente en los casos de la minería, la industria eléctrica y el petróleo.

2. Democratizar los medios masivos de comunicación. Es inaceptable que un pequeño grupo posea el control de la televisión y de la radio, y administren la ignorancia en el país en función de sus intereses. Que quede claro: no hablamos de expropiación, sino de que el Estado cumpla el mandato constitucional de garantizar el derecho a la información. Para ello no hace falta eliminar el régimen de concesiones, ni crear una excesiva reglamentación y muchos menos optar por la censura, lo más eficaz es lograr la democratización de los medios, evitando el monopolio y auspiciando la libre competencia. Para ser más claros: Que hayan todos los canales de televisión o estaciones de radio que sean técnicamente posibles, con absoluta libertad, sólo impidiendo que se concentren en unas cuantas manos como sucede actualmente.

3. Crear una nueva economía. Hay que cambiar la actual política económica que ni en términos cuantitativos ha dado resultados. México es uno de los países del mundo con menos crecimiento en los últimos años. La nueva política económica debe ser conducida por el Estado. Debe impedirse la injerencia de gobiernos extranjeros y de organismos financieros internacionales. El Estado debe recuperar su facultad para planear el desarrollo de acuerdo con el interés nacional. Hay que hacer a un lado la especulación financiera y enfocar todos nuestros esfuerzos a la economía real, a trabajar y producir los bienes que necesitamos. Sin producción no hay empleos, industrias, consumo, mercado, bienestar colectivo, ni economía poderosa, ni nación soberana.

4. Combatir las prácticas monopólicas. El artículo 28 de la Constitución prohíbe los monopolios y el Estado debe garantizar que esta norma se cumpla porque hoy es letra muerta. En México hay grandes monopolios vinculados al poder que encarecen bienes y servicios, dañando la economía de sectores populares y de las clases medias, a pequeños y medianos productores, empresarios y comerciantes, que se ven obligados a comprar insumos a precios exagerados.


Es inaceptable, por ejemplo, que los mexicanos paguemos por el cemento gris 146 por ciento más que los estadunidenses; 17 por ciento más por teléfono de línea fija; 240 por ciento más por llamadas de larga distancia nacional; 256 por ciento más por electricidad residencial de alto consumo; 52 por ciento más por electricidad de alta tensión; 185 por ciento más por la tarjeta de crédito; 309 por ciento más por televisión por cable; 145 por ciento más por Internet de banda ancha; 176 por ciento más por crédito a la vivienda. Y todo ello, a pesar de que el salario mínimo en México es nueve veces menor que en estados Unidos.

En este país pobre se paga más que en las naciones ricas y con peores condiciones de servicio. No podemos permitir que esto siga ocurriendo.

Insistimos en que mientras no evitemos los precios exagerados por empresas que operan en nichos protegidos, México no podrá competir con otros países ni habrá nuevos empleos y, a la larga, tampoco habrá oportunidades para las nuevas generaciones.

Aquí recuerdo que en noviembre del año pasado propusimos al Senado la aprobación de una ley de precios competitivos con la cuál los consumidores lograrían ahorros entre el 10 y el 18 por ciento de sus ingresos. Sin embargo, este proyecto está detenido porque los legisladores del PRI y del PAN no son realmente representantes populares sino que están al servicio de los potentados.

5. Abolir los privilegios fiscales. En los últimos días, se confirmó lo que hemos venido sosteniendo: desde la época de Luis Echeverría se celebró un pacto secreto entre el poder político y el poder económico que se ha ampliado y ratificado sexenio tras sexenio. El acuerdo consiste en conceder a los grandes empresarios y banqueros, el privilegio de no pagar o de devolverles los impuestos. Inclusive, hace unos días Calderón tuvo que reconocerlo cuando dijo que “las empresas que más ganan, rara vez, muy rara vez, pagan impuestos”.

Pero no basta con la denuncia. Es necesario aprobar una reforma fiscal progresiva. Es decir, que paguen más los que tienen más.

En México, a la inmensa desigualdad social y económica, tenemos que sumarle la injusticia fiscal, ya que la mayor parte de las contribuciones recaen en los trabajadores asalariados, los profesionistas, los pequeños y medianos empresarios y comerciantes.

Debe buscarse que, al menos, las grandes corporaciones que operan en México y los más ricos del país, paguen impuestos en la misma proporción que lo hacen sus similares en países desarrollados o de las llamadas economías emergentes.

6. Ejercer la política como imperativo ético y llevar a la práctica la austeridad republicana. Es necesario cambiar la forma de hacer política. Este noble oficio se ha pervertido por completo. Hoy la política es sinónimo de engaño, arreglos cupulares y corrupción. Por eso es urgente darle un nuevo sentido al quehacer político, imprimiéndole convicciones y principios. Quienes se dediquen a esta actividad deben entender que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud, cuando se pone al servicio de los demás.

También hay que hacer valer el principio de austeridad republicana; retomar el ejemplo de Juárez y los liberales: el apego al criterio de la justa medianía en que deben vivir los servidores públicos. Nada de sueldos onerosos y ofensivos, ni flotillas de aviones y helicópteros al servicio de la llamada clase gobernante. Debe revisarse todo el funcionamiento del gobierno para eliminar los gastos improductivos, el derroche y los privilegios. Actualmente, le cuesta mucho al pueblo mantener al gobierno.

7. Fortalecer al sector energético. Es urgente detener la terrible crisis que se avecina por la caída en la producción petrolera y la salida de divisas para comprar gasolinas y otros derivados en el extranjero.

El manejo de Pemex, como hemos venido insistiendo, se ha caracterizado por el vandalismo y la irracionalidad. Hay que limpiar a Pemex de corrupción. No es posible que se sigan otorgando contratos millonarios sólo en beneficio de empresas extranjeras y de políticos corruptos. Tal es el caso de proyectos como los de la Cuenca de Burgos o de Chicontepec, donde no se ha logrado producir más gas ni más petróleo, pero sí se ha causado un gran daño al patrimonio nacional.

Por otro lado, se continúa con la sobreexplotación de los yacimientos para exportar petróleo crudo, sin reponer reservas.

Por esta causa, de 2004 a la fecha, se han dejado de producir 774 mil barriles diarios. Es decir, ahora producimos 2 millones 600 mil barriles al día y de seguir esta tendencia, en cuatro años apenas se estarán extrayendo 2 millones de barriles, que sólo alcanzarían para cubrir la demanda interna; con el agravante de que por la falta de refinerías y por el abandono a las plantas petroquímicas, seguiríamos vendiendo crudo y dependiendo por completo de la importación de gasolinas y otros petrolíferos.

Por eso, debemos insistir en modificar radicalmente la actual política petrolera. Es urgente recuperar la administración de Pemex, invertir en exploración e iniciar de inmediato la construcción de tres grandes refinerías para dejar de importar el 40 por ciento de las gasolinas que consumimos. El objetivo principal debe ser industrializar la materia prima y ya no vender ni un solo barril de petróleo crudo al extranjero, para generar empleos y utilidades en beneficio de los mexicanos.

8. Alcanzar la soberanía alimentaria. Desde 1983 se dejó sin apoyo al sector agropecuario y se optó absurdamente por comprar los alimentos que consumimos en el exterior. Ahora, en consecuencia, hay tierras ociosas, potreros abandonados, se ha despoblado el medio rural y millones de mexicanos han tenido que emigrar.

Este año para la compra de alimentos en el extranjero, se destinarán 16 mil millones de dólares. La mayor parte es maíz, frijol, arroz, leche, carne de res, de cerdo y desechos de pollo, que podríamos producir en el país.

Asimismo, debe fortalecerse la agricultura de autoconsumo de la que dependen millones de indígenas y campesinos pobres. Además, es donde se conservan semillas orgánicas y variedades de maíz que forman parte de la gran riqueza genética de México. No al maíz transgénico.

9. Establecer el Estado de bienestar. Hay que proteger a los pobres, a los débiles y olvidados ante la desigualdad social, la incertidumbre económica y otras calamidades. Debe garantizarse el derecho a la educación, al trabajo, a la salud, a la alimentación y a la vivienda.

Es necesario seguir insistiendo hasta lograr la pensión universal para los adultos mayores del país; el otorgamiento de becas a todos los discapacitados pobres; y la atención médica y los medicamentos gratuitos para la mitad de los mexicanos que no cuentan con seguridad social.

La solidaridad con los desposeídos no sólo es un asunto de justicia, es la manera más eficaz, más humana y más barata para garantizar la tranquilidad y la seguridad pública. Por eso reiteramos que por el bien de todos, primero los pobres.

10. Promover una nueva corriente de pensamiento. La transformación que necesita el país no sólo debe tener como propósito alcanzar el crecimiento económico, la democracia, el desarrollo y el bienestar. Implica también y sobre todo, cristalizar una nueva corriente de pensamiento sustentada en la cultura de nuestro pueblo, en su vocación de trabajo y en su inmensa bondad; añadiendo valores como el de la tolerancia, la solidaridad, el respeto a la diversidad y la protección del medio ambiente. Hay que alentar un pensamiento que ayude a impedir el predominio del dinero, del engaño, de la corrupción y del afán de lucro, sobre la dignidad, la verdad, la moral y el amor al prójimo.

Amigas y amigos:

Es mucho el atraso y el deterioro de la vida pública del país. Pero así como estoy convencido de que si no hay una renovación tajante y se mantiene el mismo régimen de opresión, corrupción y privilegios, no vamos a poder revertir la decadencia, también creo que todavía es posible lograr el renacimiento de México.

Pero esto depende en mucho de todos nosotros. Por eso, hoy debemos ratificar nuestro compromiso de seguir luchando hasta lograr la transformación del país.

¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros? Yo creo que lo más importante es seguir orientando, haciendo conciencia y organizando al pueblo. Que cada quien haga lo que le corresponda y tome la iniciativa. Es el momento de aplicarnos a fondo, de hacer trabajo de convencimiento con vecinos, amigos, familiares y compañeras y compañeros de trabajo. Hay que organizar comités en barrios, colonias, unidades habitacionales y pueblos. Hay que persuadir y hablar con la verdad, decir con toda franqueza que si no hay un cambio verdadero no saldremos adelante.

Hay que insistir que sólo el pueblo organizado puede salvar al pueblo y a la nación, y comprometernos a sumar esfuerzos para derrotar a la oligarquía en el terreno político, de manera pacífica, para establecer una auténtica democracia, porque sólo así se podrán distribuir con justicia los frutos del trabajo y de las riquezas del país. Sólo así alcanzaremos el gran objetivo de garantizar el bienestar y la felicidad del pueblo.

Yo les pregunto ¿Están dispuestos en hacer un mayor esfuerzo para llevar a cabo ésta revolución de las conciencias?

El compromiso que acabamos de hacer es sumamente importante. A todos nos mueven necesidades e intereses, pero también las ideas y las convicciones que representan lo mejor de la condición humana. Y aquí se está reafirmando que nos mueven valores más elevados que nuestras propias aspiraciones personales.

Por eso estoy optimista. Estoy seguro que no volverán a impedir la alegría y la felicidad del pueblo. Los poderosos se imponen con el dinero, el prejuicio racista y clasista, las injusticias, la ilegalidad y la manipulación de muchos medios de comunicación. Nosotros por el contrario, sólo disponemos de lo mero principal: La voluntad de cambio de millones de personas libres y concientes. Tenemos de nuestro lado, y es un honor, a ese sector inmenso del pueblo mexicano que tiene hambre y sed de justicia, como dijo bíblicamente en su tiempo el prócer de la democracia, Don Francisco I. Madero.

Amigas y amigos:

Buen camino. Regresen a sus ciudades, barrios, colonias, comunidades y pueblos, convencidos de que las cosas van a cambiar porque tenemos la razón y estamos trabajando sinceramente por una causa justa.

Muchas gracias por su entrega y respaldo. De mi parte les garantizo que seguiré poniendo por delante mis principios y mis ideales. He decidido a hacer de mi vida una línea recta y no voy a cambiar mi manera de pensar y ni mi forma de ser. No voy a traicionar al pueblo.

No nos rendiremos, no nos cansaremos. Y llamamos a todos los mexicanos de buena voluntad a que juntos salvemos a México. Apresuremos, como decía Ricardo Flores Magón, “la llegada de ese día radiante en que caiga para siempre la tiranía y surja la esperada democracia con todos los esplendores de un astro que jamás dejará de brillar en el horizonte sereno de la patria”.

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!

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Fuente: Gobierno Legítimo
Difusión AMLOTV

Videos: Asamblea con el Presidente Legitimo de México Lic. Andrés M. López Obrador completa



Video Asamblea Completa



Video Discurso del Presidente Legítimo de México Lic. Andrés M. López Obrador



Audio Presidente Legítimo de México Lic. Andrés M. López Obrador





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Audio Berta Luján





Audio Secretario General del SME Martín Esparza


viernes, 20 de noviembre de 2009

Calderón es un reverendo mentiroso, porque incumplió con sus promesas de campaña, afirma López Obrador




Calderón es un reverendo mentiroso, porque incumplió con sus promesas de campaña, afirma López Obrador
San Juan Comaltepec, Oaxaca
Jueves 19 de noviembre de 2009



* Felipe Calderón se ha revelado como un títere, un empleado y un pelele de los potentados, puntualiza el presidente legítimo de México

* La mafia de la política le cerró el paso y le robó la Presidencia, porque no quiere ningún cambio en beneficio del pueblo, aclara

* Convoca a los mexicanos a mantener la lucha por la transformación real y auténtica del país y sus instituciones.

Felipe Calderón es un reverendo mentiroso, un mequetrefe y un desalmado porque ha incumplido cada una de sus promesas de campaña, como ser el presidente del empleo, reducir los precios de las gasolinas, cancelar la tenencia vehicular y no aumentar las tasas de los impuestos, afirmó Andrés Manuel López Obrador.

A casi tres años de usurpar la Presidencia de la República, Calderón Hinojosa se ha revelado como un títere, un empleado y un pelele de los potentados, de aquellos que pretenden quedarse con todos los bienes de la nación, puntualizó.

El presidente legítimo de México aclaró que la mafia de la política, del poder y del dinero le cerró el paso y le robó la Presidencia, porque no quiere ningún cambio en beneficio del pueblo, convocó a los mexicanos a mantener la lucha por la transformación real y auténtica del país y sus instituciones.

Ante los habitantes de este municipio presentó en detalle las cuatro grandes mentiras de Calderón. Durante la campaña el ahora presidente pelele tuvo la osadía de copiar un ofrecimiento hecho por el entonces abanderado de la coalición Por el bien de todos y ofreció bajar los precios de las gasolinas, el diesel y el gas, así como las tarifas de la energía eléctrica, si le favorecía el voto ciudadano.

Sin embargo, el presidente espurio propuso incrementos mensuales a los precios de los mencionados combustibles en el proyecto de Ley de Ingresos para 2010, que presentó a consideración del Congreso. Los diputados federales priistas y panistas aprobaron hace dos semanas dicha iniciativa.

La segunda mentira fue cuando dijo que, si llegaba a la Presidencia, iba a quitar la tenencia vehicular, porque los propietarios de un automóvil tienen que pagar anualmente un impuesto por la posesión de cada vehículo automotor.

Acompañado por los senadores Gabino Cué y Salomón Jara expresó que la tercera mentira la constituye el compromiso de no aumentar los impuestos durante la gestión calderonista.

En un debate y frente a las cámaras de televisión, Felipe Calderón dijo que no iba, si ganaba, a subir los impuestos, pero ¡miren lo que ha hecho! En su proyecto económico propuso un alza de 15 a 16 por ciento del Impuesto al Valor Agregado y de 28 a 30 por ciento la tasa de Impuesto Sobre la Renta, explicó.

Sin lugar a dudas la cuarta mentira, quizá la mayor, es cuando Calderón Hinojosa se autoproclamó como el presidente del empleo. En los últimos tres años, desde que se robó han perdido su empleo alrededor de tres millones de ciudadanos, resaltó.

“Pero no solo eso. Algo que da coraje es que hace un mes, como a las doce de la noche, firmó un decreto Calderón para echar a la calle a 44 mil trabajadores de la empresa Luz y Fuerza del Centro”, informó.

En plena crisis económica, con altos niveles de pobreza, marginación, violencia e inseguridad, “¡imagínense. Ahora que hay falta de trabajo, echan a la calle, despiden de manera infame a 44 mil trabajadores!”.

Luego se preguntó: “¿Por qué lo hizo Calderón Hinojosa? Porque él es un empleado, un pelele, un títere de los potentados que quieren seguirse quedando con los bienes de la nación”, repuso.

López Obrador subrayó que la privatización de la industria eléctrica nacional es el origen de la liquidación de la empresa Luz y Fuerza del Centro y del lanzamiento a la calle de los trabajadores electricistas.

En el penúltimo día de recorrido por los 418 municipios de usos y costumbres de Oaxaca, el presidente legítimo de los mexicanos denunció que el gobierno espurio de Calderón tiene la firme intención de “terminar de privatizar la industria eléctrica. Entonces es un desalmado”.

Durante la jornada de este día, también se refirió a su militancia partidista. Reiteró su pertenencia al partido del sol azteca.

Para disipar dudas, expresó que apoya a los partidos del Trabajo y Convergencia, porque durante la etapa de lucha postelectoral ambas fuerzas políticas lo respaldaron.

Actualmente aparecen unos spots en televisión, en donde se invita a la gente a participar en la lucha por el cambio y a la asamblea informativa que se realizará el próximo domingo en el Zócalo de la Ciudad de México.

Al final de cada mensaje aparece el logotipo del PT, porque dicho partido cedió al Movimiento por el cambio en México su tiempo oficial que le corresponde en los medios electrónicos, como la radio y la televisión, explicó.

Mañana, el presidente legítimo culminará el recorrido por los 418 municipios de usos y costumbres y los 570 que conforman el estado de Oaxaca.
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Fuente: Gobierno Legítimo
Difusión AMLOTV

MANIFIESTO A LA NACIÓN

*“Yo estoy resuelto a luchar contra todo y contra todos, sin más baluarte que la confianza y el apoyo de mi pueblo”. Emiliano Zapata

*La realidad del México de 1910 es parecida a la de ahora. Sólo que nosotros buscamos el cambio con una revolución de las conciencias

*Las dos grandes demandas de la Revolución siguen vigentes: La justicia y la democracia.

*Madero, en el Plan de San Luis, decía:


MANIFIESTO A LA NACIÓN






Los pueblos, en su esfuerzo constante porque triunfen los ideales de libertad y justicia, se ven precisados en determinados momentos históricos a realizar los mayores sacrificios.

Nuestra querida patria ha llegado a uno de esos momentos: una tiranía que los mexicanos no estábamos acostumbrados a sufrir, desde que conquistamos nuestra independencia, nos oprime de tal manera, que ha llegado a hacerse intolerable.

En cambio de esa tiranía se nos ofrece la paz, pero es una paz vergonzosa para el Pueblo Mexicano, porque no tiene por base el derecho, sino la fuerza; porque no tiene por objeto el engrandecimiento y prosperidad de la patria, sino enriquecer a un pequeño grupo que, abusando de su influencia, ha convertido los puestos públicos en fuente de beneficios exclusivamente personales, explotando sin escrúpulos todas las concesiones y contratos lucrativos.

Tanto el Poder Legislativo como el Judicial están completamente supeditados al Ejecutivo; la división de los Poderes, la soberanía de los Estados, la libertad de los Ayuntamientos y los derechos del ciudadano, sólo existen escritos en nuestra Carta Magna; pero de hecho, en México casi puede decirse que reina constantemente la Ley Marcial; la justicia en vez de impartir su protección al débil, sólo sirve para legalizar los despojos que comete el fuerte; los jueces, en vez de ser los representantes de la Justicia, son agentes del Ejecutivo, cuyos intereses sirven fielmente; las Cámaras de la Unión no tienen otra voluntad que la del Dictador; los Gobernadores de los Estados son designados por él y ellos a su vez designan e imponen de igual manera las autoridades municipales.

De esto resulta que todo el engranaje administrativo, judicial y legislativo obedece a una sola voluntad, al capricho del General Porfirio Díaz, quien en su larga administración ha demostrado que el principal móvil que lo guía es mantenerse en el poder a toda costa.

Hace muchos años se siente en toda la República profundo malestar, debido a tal régimen de Gobierno, pero el General Díaz, con gran astucia y perseverancia, había logrado aniquilar todos los elementos independientes, de manera que no era posible organizar ninguna clase de movimiento para quitarle el poder de que tan mal uso hacía.

El mal se agravaba constantemente, y el decidido empeño del General Díaz de imponer a la Nación un sucesor y siendo este el Sr. Ramón Corral, llevó ese mal a su colmo y determinó que muchos mexicanos, aunque carentes de reconocida personalidad política puesto que había sido imposible labrársela durante 36 años de dictadura, nos lanzásemos a la lucha intentando reconquistar la soberanía del pueblo y sus derechos en el terreno netamente democrático.

Entre otros partidos que tendían al mismo fin, se organizó el Partido Nacional Antireeleccionista proclamando los principios de SUFRAGIO EFECTIVO y NO REELECCION, como únicos capaces de salvar a la República del inminente peligro con que la amenaza la prolongación de una dictadura cada día más onerosa, más déspota y más inmoral.

El Pueblo Mexicano secundó eficazmente a ese partido y respondiendo al llamado que se le hizo, mandó sus representantes a una Convención, en la que también estuvo representado el Partido Nacionalista Democrático, que así mismo interpretaba los anhelos populares.

Dicha Convención designó sus candidatos para la Presidencia y Vice-Presidencia de la República, recayendo esos nombramientos en el Sr. Dr. Francisco Vázquez Gómez y en mí, para los cargos respectivos de Vice-Presidente y Presidente de la República.

Aunque nuestra situación era sumamente desventajosa porque nuestros adversarios contaban con todo el elemento oficial, en el que se apoyaban sin escrúpulos, creímos de nuestro deber, para mejor servir la causa del pueblo, aceptar tan honrosa designación.

Imitando las sabias costumbres de los países republicanos, recorrí parte de la República haciendo un llamamiento a mis compatriotas.

Mis giras fueron verdaderas marchas triunfales, pues por doquiera el pueblo, electrizado con las palabras mágicas de Sufragio Efectivo y No Reelección, daba pruebas evidentes de su inquebrantable resolución de obtener el triunfo de tan salvadores principios.

Al fin, llegó un momento en que el General Díaz se dió cuenta de la verdadera situación de la República y comprendió que no podría luchar ventajosamente conmigo en el campo de la Democracia y me mandó reducir a prisión antes de las elecciones, las que se llevaron a cabo excluyendo al pueblo de los comicios por medio de la violencia, llenando las prisiones de ciudadanos independientes y cometiéndose los fraudes más desvergonzados.

En México, como República democrática, el poder público no puede tener otro origen ni otra base que la voluntad nacional y ésta no puede ser supeditada a fórmulas llevadas a cabo de un modo fraudulento.

Por este motivo, el Pueblo Mexicano ha protestado contra la ilegalidad de las últimas elecciones, y queriendo emplear sucesivamente todos los recursos que ofrecen las leyes de la República, en la debida forma pidió la nulidad de las elecciones ante la Cámara de Diputados, a pesar de que no reconocía en dicho cuerpo un origen legítimo y de que sabía de antemano que no siendo sus miembros representantes del pueblo, sólo acatarían la voluntad del General Díaz a quien exclusivamente deben su investidura.

En tal estado las cosas, el Pueblo, que es el único soberano, también protestó de un modo enérgico contra las elecciones, en imponentes manifestaciones llevadas a cabo en diversos puntos de la República, y si éstas no se generalizaron en todo el territorio nacional, fue debido a la terrible presión ejercida por el gobierno, que siempre ahoga en sangre cualquier manifestación democrática, como pasó en Puebla, Veracruz, Tlaxcala, México y otras partes.

Pero esta situación violenta e ilegal no puede subsistir más.
Yo he comprendido muy bien que si el Pueblo me ha designado como su candidato para la Presidencia, no es porque haya tenido oportunidad de descubrir en mí las dotes del estadista o del gobernante, sino la virilidad del patriota resuelto a sacrificarse, si es preciso, con tal de conquistar la libertad y ayudar al pueblo a librarse de la odiosa tiranía que lo oprime.

Desde que me lancé a la lucha democrática sabía muy bien que el General Díaz no acataría la voluntad de la Nación, y el noble Pueblo Mexicano, al seguirme a los comicios, sabía también perfectamente el ultraje que le esperaba; pero a pesar de ello, el pueblo dió para la causa de la Libertad un numeroso contingente de mártires cuando estos eran necesarios, y con admirable estoicismo concurrió a las casillas a recibir toda clase de vejaciones.

Pero tal conducta era indispensable para demostrar al mundo entero que el Pueblo Mexicano está apto para la democracia, que está sediento de libertad y que sus actuales gobernantes no responden a sus aspiraciones.

Además la actitud del pueblo antes y durante las elecciones, así como después de ellas, demuestra claramente que rechaza con energía al gobierno del General Díaz y que si se hubieran respetado sus derechos electorales, hubiese sido yo el electo para Presidente de la República.

En tal virtud, y haciéndome eco de la voluntad nacional, declaro ilegales las pasadas elecciones y quedando por tal motivo la República sin gobernantes legítimos, asumo provisionalmente la Presidencia de la República, mientras el pueblo designa, conforme a la ley, sus gobernantes.

Para lograr este objeto es preciso arrojar del poder a los audaces usurpadores que por todo título de legalidad ostentan un fraude escandaloso e inmoral.

Con toda honradez declaro que consideraría una debilidad de mi parte y una traición al pueblo que en mí ha depositado su confianza, no ponerme al frente de mis conciudadanos, quienes ansiosamente me llaman, de todas parts del país, para obligar al General Díaz, por medio de las armas, a que respete la voluntad nacional.

El Gobierno actual, aunque tiene por origen la violencia y el fraude, desde el momento que ha sido tolerado por el Pueblo, puede tener para las naciones extranjeras ciertos títulos de legalidad hasta el 30 del mes entrante en que expiran poderes; pero como es necesario que el nuevo gobierno dimanado del último fraude, no pueda recibirse ya del poder, o por lo menos se encuentre con la mayor parte de la Nación protestando con las armas en la mano, contra esa usurpación, he designado el DOMINGO 20 del entrante Noviembre, para que de las seis de la tarde en adelante, todas las poblaciones de la República se levanten en armas bajo el siguiente

PLAN:
1o.- Se declaran nulas las elecciones para Presidente y Vice-Presidente de la República, Magistrados a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Diputados y Senadores, celebradas en Junio y Julio del corriente año.

2o.- Se desconoce al actual gobierno del General Díaz, así como a todas las autoridades cuyo poder debe dimanar del voto popular, porque además de no haber sido electas por el pueblo, han perdido los pocos títulos que podían tener de legalidad, cometiendo y apoyando con los elementos que el pueblo puso a su disposición para la defensa de sus intereses, el fraude electoral más escandaloso que registra la historia de México.

3o.- Para evitar hasta donde sea posible los trastornos inherentes a todo movimiento revolucionario, se declaran vigentes, a reserva de reformar oportunamente por los medios constitucionales, aquellas que requieran reforma, todas las leyes promulgadas por la actual administración y sus reglamentos respectivos, a excepción de aquellas que manifiestamente se hallen en pugna con los principios proclamados en este plan.

Igualmente se exceptúan las leyes, fallos de tribunales y decretos que hayan sancionado las cuentas y manejos de fondos de todos los funcionarios de la administración porfirista en todos sus ramos: pues tan pronto como la revolución triunfe se iniciará la formación de comisiones de investigación para dictaminar acerca de las responsabilidades en que hayan podido incurrir los funcionarios de la Federación, de los Estados, y de los Municipios.

En todo caso serán respetados los compromisos contraídos por la administración porfirista con gobiernos y corporaciones extranjeros antes del 20 del entrante.
Abusando de la ley de terrenos baldíos, numerosos pequeños propietarios, en su mayoría indígenas, han sido despojados de sus terrenos, ya por acuerdos de la Secretaría de Fomento, o por fallos de los tribunales de la república.

Siendo de toda justicia restituir a sus antiguos poseedores los terrenos de que se les despojó de un modo tan arbitrario, se declaran sujetos a revisión tales disposiciones y fallos y se exigirá a los que los adquirieron de un modo tan inmoral, o a sus herederos, que los restituyan a sus primitivos propietarios, a quienes pagarán también una indemnización por los perjuicios sufridos.

Sólo en el caso de que esos terrenos hayan pasado a tercera persona antes de la promulgación de este plan, los antiguos propietarios recibirán indemnización de aquellos en cuyo beneficio se verificó el despojo.

4o.- Además de la Constitución y Leyes vigentes, se declara ley suprema de la República el principio de No-Reelección del Presidente y Vice-Presidente de la República, Gobernadores de los Estados y Presidentes Municipales, mientras se hagan las reformas constitucionales respectivas.

5o.- Asumo el carácter de Presidente Provisional de los Estados Unidos Mexicanos, con las facultades necesarias para hacer la guerra al Gobierno usurpador del General Díaz. Tan pronto como la capital de la República y más de la mitad de los Estados de la Federación estén en poder de las fuerzas del Pueblo, el Presidente Provisional convocará a elecciones generales extraordinarias para un mes después y entregará el poder al Presidente que resulte electo, tan pronto como sea conocido el resultado de la elección.

6o.- El Presidente Provisional antes de entregar el poder, dará cuenta al Congreso de la Unión del uso que haya hecho de las facultades que le confiere el presente plan.

7o.- El día 20 del mes de Noviembre, de las seis de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente la gobiernan.

(Los pueblos que estén retirados de las vías de comunicación lo harán desde la víspera).

8o.- Cuando las autoridades presenten resistencia armada, se obligará por la fuerza de las armas a respetar la voluntad popular; pero en este caso las leyes de la guerra serán rigurosamente observadas, llamándose especialmente la atención sobre las prohibiciones relativas a no usar balas expansivas, ni fusilar a los prisioneros. También se llama la atención respecto al deber de todo mexicano de respetar a los extranjeros en sus personas e intereses.

9o.- Las autoridades que opongan resistencia a la realización de este plan, serán reducidos a prisión para que se les juzgue por los tribunales de la República cuando la revolución haya terminado. Tan pronto como cada ciudad o pueblo recobre su libertad, se reconocerá como autoridad legítima provisional, al principal Jefe de las armas, con facultad para delegar sus funciones en algún otro ciudadano caracterizado, quien será confirmado en su cargo o removido por el Gobernador Provisional.

Una de las primeras medidas del gobierno provisional será poner en libertad a todos los presos políticos.

10o.- El nombramiento de Gobernador Provisional de cada Estado que haya sido ocupado por las fuerzas de la revolución, será hecho por el Presidente Provisional. Este Gobernador tendrá estricta obligación de convocar a elecciones para Gobernador Constitucional del Estado tan pronto como sea posible, a juicio del Presidente Provisional.

Se exceptúan de esta regla los Estados que de dos años a esta parte han sostenido campañas democráticas para cambiar de gobierno, pues en éstos se considerará como Gobernador Provisional al que fue candidato del pueblo, siempre que se adhiera activamente a este plan.

En caso de que el Presidente Provisional no haya hecho el nombramiento de Gobernador, que este nombramiento no hubiera llegado a su destino o bien que el agraciado no aceptare por cualquier circunstancia, entonces el Gobernador será designado por votación entre todos los Jefes de las Armas que operen en el territorio del Estado respectivo, a reserva de que su nombramiento sea ratificado por el Presidente Provisional tan pronto como sea posible.

11o.- Las nuevas autoridades dispondrán de todos los fondos que se encuentren en las oficinas públicas, para los gastos ordinarios de la administración y para los gastos de la guerra, llevando las cuentas con toda escrupulosidad. En caso de que esos fondos no sean suficientes para los gastos de la guerra, contratarán empréstitos, ya sean voluntarios o forzosos. Estos últimos sólo con ciudadanos o instituciones nacionales.

De estos empréstitos se llevará también cuenta escrupulosa y se otorgarán recibos en debida forma a los interesados, a fin de que al triunfar la revolución se les restituya lo prestado.

Transitorio. A.- Los jefes de fuerzas voluntarias tomarán el grado que corresponda
al número de fuerzas a su mando. En caso de operar fuerzas militares y voluntarias unidas, tendrá el mando de ellas el jefe de mayor graduación, pero en caso de que ambos jefes tengan el mismo grado, el mando será del jefe militar.

Los jefes civiles disfrutarán de dicho grado mientras dure la guerra, y una vez terminada, esos nombramientos, a solicitud de los interesados, se revisarán por la Secretaría de Guerra que los ratificará en su grado o los rechazará, según sus méritos.

B.- Todos los jefes, tanto civiles como militares, harán guardar a sus tropas la más estricta disciplina; pues ellos serán responsables ante el Gobierno Provisional de los desmanes que cometan las fuerzas a su mando, salvo que justifiquen no haberles sido posible contener a sus soldados y haber impuesto a los culpables el castigo merecido.

Las penas más severas serán aplicadas a los soldados que saqueen alguna población o que maten a prisioneros indefensos.

C.- Si las fuerzas y las autoridades que sostienen al General Díaz fusilan a los prisioneros de guerra, no por eso y como represalia se hará lo mismo con los de ellos que caigan en poder nuestro; pero en cambio, serán fusiladas dentro de las veinticuatro horas y después de un juicio sumario, las autoridades civiles o militares al servicio del General Díaz, que una vez estallada la revolución hayan ordenado, dispuesto en cualquier forma, transmitido la orden o fusilado a alguno de nuestros soldados.

De esta pena no se eximirán ni los más altos funcionarios; la única excepción será el General Díaz y sus ministros, a quienes en caso de ordenar dichos fusilamientos o permitirlos, se les aplicará la misma pena, pero después de haberlos juzgado por los tribunales de la República, cuando haya terminado la revolución.

En el caso de que el General Díaz disponga que sean respetadas las leyes de la guerra, y que se trate con humanidad a los prisioneros que caigan en sus manos, tendrá la vida salva, pero de todos modos deberá responder ante los tribunales de cómo ha manejado los caudales de la Nación y de cómo ha cumplido con la Ley.

D.- Como es requisito indispensable en las leyes de la guerra que las tropas beligerantes lleven algún uniforme o distintivo y como sería difícil uniformar a las numerosas fuerzas del pueblo que van a tomar parte en la contienda, se adoptará como distintivo de todas las fuerzas libertadoras, ya sean voluntarias o militares, un listón tricolor, en el tocado, o en el brazo.

Conciudadanos: Si os convoco para que toméis las armas y derroquéis al gobierno del General Díaz, no es solamente por el atentado que cometió durante las útlimas elecciones, sino por salvar a la patria del porvenir sombrío que la espera continuando bajo su dictadura y bajo el gobierno de la nefanda oligarquía científica, que sin escrúpulos y a gran prisa están absorbiendo y dilapidando los recursos nacionales, y si permitimos que continúen en el poder, en un plazo muy breve habrán completado su obra: habrán llevado al pueblo a la ignominia y lo habrán envilecido; le habrán chupado todas sus riquezas y dejándolo en la más absoluta miseria; habrán causado la bancarrota de nuestras finanzas y la deshonra de nuestra patria, que débil, empobrecida y maniatada, se encontrará inerme para defender sus fronteras, su honor y sus instituciones.

Por lo que a mí respecta, tengo la conciencia tranquila y nadie podrá acusarme de promover la revolución por miras personales, pues está en la conciencia nacional que hice todo lo posible por llegar a un arreglo pacífico y estuve dispuesto hasta renunciar mi candidatura siempre que el General Díaz hubiese permitido a la Nación designar aunque fuese al Vice-Presidente de la República; pero dominado por incomprensible orgullo y por inaudita soberbia, desoyó la voz de la Patria y prefirió precipitarla en una revolución antes de ceder un ápice, antes de devolver al pueblo un átomo de sus derechos, antes de cumplir aunque fuese en las postrimerías de su vida, parte de las promesas que hizo en la Noria y Tuxtepec.

El mismo justificó la presente revolución cuando dijo: "Que ningún ciudadano se imponga y perpetúe en el ejercicio del poder y esta será la última revolución".

Si en el ánimo del General Díaz hubiesen pesado más los intereses de la Patria que los sórdidos intereses de él y de sus consejeros hubiera evitado esta revolución haciendo algunas concesiones al pueblo; pero ya que no lo hizo... ¡tanto mejor! el camino será más rápido y más radical, pues el pueblo mexicano en vez de lamentarse como un cobarde, aun cobarde, aceptará como un valiente el reto, y ya que el General Díaz pretende apoyarse en la fuerza bruta para imponerle un yugo ignominioso, el pueblo recurrirá a la misma fuerza para sacudir ese yugo, para arrojar a ese hombre funesto del poder y para reconquistar su libertad.

Conciudadanos: No vaciléis pues un momento: tomad las armas, arrojad del poder a los usurpadores, recobrad vuestros derechos de hombres libres y recordad que nuestros antepasados nos legaron una herencia de gloria que no podemos mancillar. Sed como ellos fueron: invencibles en la guerra, magnánimos en la victoria.

SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCION.
San Luis Potosí, Octubre 5 de 1910.
FRANCISCO I. MADERO

Nota.- El presente plan sólo circulará entre los correligionarios de más confianza hasta el 15 de Noviembre, desde cuya fecha se podrá reimprimir; se divulgará prudentemente desde el 18 y profusamente desde el 20 en adelante.